Tratamiento
de las tics
Estos son:
-Autorregistro de los tics: Antes de iniciar el entrenamiento y durante una o dos semanas, se ha de obtener un autorregistro diario
de la frecuencia y, quizá, de la intensidad de cada uno de los tics en varios
momentos y actividades a lo largo del día. Es conveniente registrar, además las
circunstancias de ocurrencia de los tics o las situaciones o eventos que lo
agravan o reducen. El autorregistro permite ser más consciente de los tics cada
vez que se producen, lo cual es un paso muy importante para controlarlos.
Además, permite juzgar más objetivamente hasta qué punto los tics están
influyendo en la propia vida. El autorregistro debe continuar durante el
tratamiento, ya que permite ir viendo los progresos.
-Revisión en detalle de los inconvenientes
de los tics: Se trata de revisar en detalle con el sujeto todas las
molestias e inconvenientes que causan los tics, así como las ventajas y
aspectos positivos de reducirlos o eliminarlos.
-Descripción y detección de los tics:
Estos dos componentes tienen como objetivo que el sujeto sé de cuenta de cómo
lleva a cabo sus tics y de la ocurrencia de todos ellos. Para esto, se pide a
la persona que describa en detalle el tic mientras lo realiza deliberadamente.
Si no puede ver directamente el tic, puede emplearse un espejo o una grabación
de video. Para enseñar al paciente a detectar sus tics, el terapeuta en la
consulta le avisa en una primera fase cada vez que un tic ocurre, y en la
segunda fase cada vez que ocurre sin que el sujeto lo haya señalado dentro de
un margen de tiempo de unos dos segundos (Bados, 1995).
-Identificación de las sensaciones
asociadas con los tics: Se enumeran y se identifican
todas aquellas sensaciones que preceden de inmediato a cada tic. La toma de
conciencia y la pronta detección de estas sensaciones permiten eliminar más
fácilmente los tics. Por ejemplo una ligera tensión en el cuello será el origen
del estiramiento del mismo (Ladouceur, 1994)
-Identificación de las situaciones que
afectan a la ocurrencia de los tics: Se trata de identificar y enumerar las
situaciones, actividades y personas que favorecen o dificultan la ocurrencia de
los tics, ya que éstos no suelen aparecer por igual en todas las situaciones.
De este modo, cuando el sujeto esté a punto de entrar en las situaciones
facilitadoras de los tics o acabe de hacerlo, puede practicar las reacciones
incompatibles adecuadas, esto ayuda a prevenir la ocurrencia del tic.
-Aprender a relajarse: Como se dijo anteriormente, la tensión puede agravar los tics. Existen
varios métodos de relajación. El aprendizaje de la relajación requiere práctica
diaria y continuada.
-Aprender y practicar las reacciones
incompatibles con los tics: Con el fin de frenar la emisión del tic, el
paciente aprende y desarrolla un movimiento incompatible con su presentación.
Este nuevo comportamiento no deberá
interferir con las actividades habituales y podrá emitirse fácilmente durante
varios minutos seguidos. Esta respuesta incompatible permitirá al paciente
darse cuenta de la ausencia del tic. Este es considerado el componente central
de la inversión de hábito. La reacción incompatible debe realizarse durante 2-3
minutos aproximadamente, pero sin usar reloj, ya que esto distraería otras
actividades. Si el tic ocurre durante el período de 2-3 minutos, se extiende la
duración otros 2-3 minutos, hay que proseguir hasta que desaparezca. Es importante
que el paciente juegue un papel activo en la identificación incompatible para
cada tic. También debe ser entrenado en cómo encontrar nuevas reacciones a
nuevos tics cuando éstos surjan, ya que el cambio de tics es algo muy
frecuente, especialmente en el ST.
-Ensayo del control de los tics: Antes de poner en práctica los procedimientos para eliminar los tics,
el sujeto debe ensayar intensamente a solas hasta adquirir la seguridad de que podrá realizarlos en las situaciones en la vida real. Para ello tiene
que considerar la lista de situaciones facilitadoras de los tics previamente
elaborada, seleccionar una de ellas e imaginarse mentalmente esa situación,
imaginando también que siente el impulso a realizar el tic. A continuación,
mientras continúa imaginando la situación, el sujeto debe decirse a sí mismo en
voz alta lo que hará para controlar el tic (reacción incompatible, relajación)
y hacerlo realmente durante algunos segundos, no durante los tres minutos
(Bados, 1995; Ladouceur, 1994)